Dorita sabía que no eras libre la noche en que perdías tus vocales oleadade viscosas caricias, amando y mordiendo tu cintura ,la noche excitada, olvidó hasta los puñales extraídos del silencio. La misma noche no sabía de Dorita, ni de tus flores buenas(Como las de Javier, el Javier que nunca conoció Chabuca).Ella, quien solo supo secar sus manos en tu piel, dormir a tus pies.Dorita conocía solo una forma de preguntar,siempre escogía los insultos que necesitabas para amar;teniendo a la mano siempre la sombra, la que secara la lluvia sobre tus manoso la lluvia de seudónimos distintos de la luzpuestos a tus espaldas... Ella, Dorita, sabía que tú no eras libre estaba segura, segura porque te amaba mientras tu cantabas. Yo no creo que debas llorar mientras aun esté tan lejos el sol tampoco creo que debas amar mientras aun esté tan cerca el sol ¡Eso, así se pisa niña! , despacito para no despertar a los que viven abajo los que nunca hablaron tres horas sobre el frío, los señores más cuerdos de la tierra; la Dorita los conoce, ella amó a uno de ellos, cambió sus ropas, lo besó mil doscientas veces al dia por tres lunas seguidas… Me llamaba princesa de miércoles Dorita susurraba: Los miércoles son de suerte. que la besaron, que le llenaron de zafiros los dientes, que la violaron, que no sufrió,que aprendió a besar, a mirar deseosa y con suerte, que los miércoles eran de suerte, se repetía cansada y yo era su princesa,no podía ser de otro día. Te escondías tras los versos de ella jugábamos a que no te encontraba, reíamos porque ya ni me conocías yo no podía más con la tragedia de Dorita el día que le cortaron la mano con que te escribía fue cuando empecé a perderte cuando creí (aún con ganas de cortar mis manos para encontrarte) que lo más importante era llegar a viejo ,dormir a los pies de nuestro perro como mande el dado, seis, uno o rogar por un tres pero a los pies y queriendo y nacer por segunda vez desde las entrañas, desde donde sabes en cualquier animal, en una indecente princesa o en tu propia Dorita. |
domingo, 29 de junio de 2008
Panfleto de los días jueves
Creo nuevamente en el temor
de verlos nuevamente bajo la cuna
y en tus cartas de mes a mes
los que pagan por verte
los que te llaman solo para amar
porque cada vez cantan menos tus besos
el solitario juego de la cruz:
1º De la única manera como se hace uña y diente el daño que he comprado recién.
2º De cómo te crispa la caminata y el rezo bajo la frazada de la puta que creíste amar.
3º De cómo los jueves se parecen tanto a los días en que me besaste sin mirarme aquella vez.
…Es cuando duele menos dicen los ingenuos de la calle gris,
…Es cuando duele menos dicen los ingenuos de la calle gris,
Esos que alguna vez te vieron bajar del escenario enojada por un verso no domesticado,
que jamás esperaron por mudarse de asiento antes de verte llorar…
También otros joden: Los que se esconden
Los que rien a escondidas
Los que ni rien ni se esconden, todos aplaudiéndote
Hay finalmente inmunes
quienes tras un sorbo de café
creen que deben volver sin viernes ni motivos,
sin joder y en silencio a tu caja de Pandora.
martes, 24 de junio de 2008
De la casa y otros vientos
I
Es una caja grande
para mi
roja con blanco
para ti...
allí dejé mi trompo
allí ,mi padre su reir ;
huele a sudor rebelde y a tinta seca,
allí mi abuela crece y juega conmigo
y pienso, y ruego...
También hay polvo, hierba y cemento
quizás un valle, quizá la selva;
tengo allí soldados que perdí en la infancia
junto a los pinceles quietos por la duda
Solo hay dos colores y una sola casa
¡Tanto espacio para tan poco dolor!
Es roja con blanco
para ti,
es una caja demasiado grande
para mi.
I
Es una caja grande
para mi
roja con blanco
para ti...
allí dejé mi trompo
allí ,mi padre su reir ;
huele a sudor rebelde y a tinta seca,
allí mi abuela crece y juega conmigo
y pienso, y ruego...
También hay polvo, hierba y cemento
quizás un valle, quizá la selva;
tengo allí soldados que perdí en la infancia
junto a los pinceles quietos por la duda
Solo hay dos colores y una sola casa
¡Tanto espacio para tan poco dolor!
Es roja con blanco
para ti,
es una caja demasiado grande
para mi.
Del nombre y la nostalgia La alegría madura como un fruto El fruto madura hasta ser sol El sol madura hasta ser hombre… Octavio Paz. Es infinita la ternura del rehén del sol y la demostración noble del canguro cuando es el dolor ajeno el que me transcribe en indistintas y miserables tintas. La tinta roja mece el paisaje serrano la surte de razones para el grito, las sílabas son cuerpos mutilados sin madre en su mala caligrafía ribereña… Oye, tu que corres hermano, oye tu calle sin patria , tu río sin patria; detente ante las pieles y lamentos devastados por la risa ¿Oyes la primavera cuando huye? Un auquénido corriendo tus pampas, abrazado a tus espaldas era tu orgullo de hombre , tu vital sentido tu carne desarraigada de los sueños. |
Lectura rápida de tu pie recién besado
Un poco por curiosidad y quizá un poco por hacer del amor cualquier cosa menos un juego de revés, necesité mil veces de ti. Como la precariedad de la revelación de la muerte en los ojos de un niño de dos años, así sentí la luna desaparecer entre mis dedos, lejos del ruido infernal de los claxons y de los Lopez, la escena de mis labios buscando desesperadamente tus pies, no la llegué a escribir porque nunca fueron tus instantes. Son labios de tiempo sin tu espacio. Un poco por curiosidad de gato de solo tres vidas, anduve sobre tus palabras con mucho miedo de caerme y golpearme las rodillas, anduve pensativo sobre tus ojos que me decían más de lo que quería, anduve mordiéndome la comisura de los labios pensando en tu hombro desprovisto de mi en este instante.
Hoy conté uno a uno mis pasos hasta la hora de entender que creó el humo del que estaba hecha la mariposa, yo te ví y no pude evitar sonreir para siempre. Hoy me sentí un cronopio allí sentado, uno jamás visto por Cortázar, ni en la hora del café o del desamor, me sentí preso de la inmensidad de mis letras esparcidas sobre el escenario donde te escapabas de la realidad y del amor. Hoy conté a uno de mis asesinos que ya se
que es lo que nunca de mi conocí, que ya tengo un color favorito, que ya tengo mis tres últimas palabras, que ya puede dejar de pensar en mí porque hoy estoy pensando para siempre en ti.
Hoy conté uno a uno mis pasos hasta la hora de entender que creó el humo del que estaba hecha la mariposa, yo te ví y no pude evitar sonreir para siempre. Hoy me sentí un cronopio allí sentado, uno jamás visto por Cortázar, ni en la hora del café o del desamor, me sentí preso de la inmensidad de mis letras esparcidas sobre el escenario donde te escapabas de la realidad y del amor. Hoy conté a uno de mis asesinos que ya se
que es lo que nunca de mi conocí, que ya tengo un color favorito, que ya tengo mis tres últimas palabras, que ya puede dejar de pensar en mí porque hoy estoy pensando para siempre en ti.
viernes, 11 de enero de 2008
Escrito por la culpa que nos da la lluvia
Habriéndose camino y libros parecidos se talla Haroldo con un rayo de sol por el reverso, negativo, dialéctico al fin; meciéndose por un severo remordimiento de la forma agraria y escasa de su historia historia historia nos habla del mar y de las sucias promesas de amantes cansados aterrorizado y escondido por la atadura rosa de los cantos de Rimbaud lanza flores de colores y una suerte de grito elemental ¡Eu o anjo esquerdo! |
Digamos que procedo a dolerme una o dos veces al dia en los ojos y en el camino de cada animal, en sus otoños y en sus libros de ocio; digamos una o dos veces al día decido comer ají, joderme el estómago pensar en los enemigos, pensar en el frío, en la forma más inusual de perdonarme. Una o dos veces repito al dia que me hubiera gustado saber más del sol los dias domingos de ajedrez y de reir Una o dos veces me pierdo en estos versos y dejo de escribir. |
jueves, 27 de diciembre de 2007
Poema escrito con el vicio de ser y el estómago vacío
Despierto, por las sílabas que siguen corriendo que no se detienen, ni por hambre, ni esperanza que alargan este poema sin compromisos de amante o primavera de amor de amores y de incomprendidas sentencias cenando a la hora de los cansados a la hora del sol y de tantas estrellas que hoy mienten que hoy requiebran y milagrean las vertientes y las angustiadas sombras de dos desnudos cuerpos... Irás sembrando este verso sobre la raiz del que ya no recuerdo a cada paso en tu fiel incremento de placer y de sentimiento para seguir hacia delante como los puercos sobre la miseria y el firmamento asi como la cantidad y la calidad de los interminables puertos donde huyen, donde se despiden para siempre los cobardes, como los puercos sin detenerse sin comas sin comillas, sin asustarse, correr hasta ser hijo o talvez menos sin detenerse para asomarse al infinito o respirarse sin ser palabra, más que un sencillo verso como los puercos, así sin el mayor esfuerzo, sin luna llena, sin firmas ni firmamento. |
Tercera y única tragedia
Pasan los caminos los gatos quedan los días se hacen caminos y pasan los gatos quedan con más tiempo las noches se hacen caminos y avanzan los gatos quedan con un ojo más el sol se hace camino y va los gatos quedan, con menos pelaje que antes la mujer se hace camino el único… los gatos se largan, ruedan su bola de lana sin jugar con ella sin esperanza, ni mierda alguna, sin dioses rodando cuesta arriba, hasta la cima cual Sisifo, con seis vidas menos, sin días, sin noches, sin sol, sin montañas, sin caminos. |
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