Un sordo tres minutos antes de dejar de llorar A Carlos A él le hablan sin mirarlo ellos lo escogieron de ese libro chamusqueado con grilletes le hacian entender de música pero no lo miraban ni le hacian gesto alguno de señorita de Almudena. Pero que costumbre tan extraña la de seguir con ellas al mediodia cuando menos se aman a las melodías mas extrañas pero pensándolo tras una hojeada con mirada de barranco que costumbre el que carga el vuelto del mercado y una carta de despedida en el mismo bolsillo. aquel que olvida a su padre los miércoles que juega a ser sordo y regresa caminando a su casa. el que se escribe una canción para mirarse de lejos, para que nadie lo mire. |
domingo, 23 de diciembre de 2007
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